Los niños de Fuego
Los signos de Fuego son Aries, Leo y Sagitario, de modo que los nacidos del 21 de marzo al 20 de abril; del 23 de julio al 23 de agosto, y del 23 de noviembre al 23 de diciembre, pertenecerán a esos tres signos respectivamente...
La característica esencial del temperamento Fuego, es la vivacidad, la rapidez de reflejos, la vitalidad desbordante que lleva esos niños a singularizarse, a querer ser los primeros en aquello en que participan, sean estudios o juegos. Son los que primero levantan la mano para dar una respuesta, exacta por o no; son los más activos en los juegos, y si no pueden desempeñar un papel estelar, se retiran, ya no les interesa aquello y desarrollarán una actividad marginal.
Cuando, en las clases, encuentran un profesor con el cual no están en afinidad y que tiende a ignorarlos, dejan de interesarse por los estudios y se convierten en el escolar conflictivo, porque tratan de llamar la atención de sus demás compañeros por otros conductos, buscando así el castigo que los convertirá en protagonistas marginales. Si no pueden ser el primero dentro del orden, lo serán en el desorden y la familia verá, consternada, como un chico o chica tan despierta, tan viva, tan participativa en su estado natural, vuelve a casa con unas notas deplorables.
El temperamento Fuego necesita un público ante el cual actuar. Si no lo tiene, el Fuego se apaga y el niño se acurruca en un rincón, a la espera de que empiece la función.
Los niños de Agua
Los signos de Agua son Cáncer, Escorpio y Piscis, de modo que los nacidos del 22 de junio al 22 de julio; del 24 de octubre al 22 de noviembre y del 20 de febrero al 20 de marzo, pertenecen respectivamente a esos tres signos.
El temperamento Agua da poder a los sentimientos, las emociones, haciendo que éste sea el grupo más complejo de toda la fauna zodiacal, porque si los planetas del tema natal forman malos aspectos, aparecen los fenómenos de timidez, celos, envidias y toda clase de complejos. Si la tónica del Fuego es llamar la atención, la tónica del Agua es: ser amado, gozar de la estima de las personas con las que tiene que convivir. Un niño nacido bajo signos de Agua necesitará muchos más mimos que otro cualquiera, y las broncas que se le armen, le afectarán mucho más. Es en esa clase que se localizan los dramas de esos escolares que llegan hasta puntos críticos ante el trance de tener que dar un disgusto a sus familiares trayéndoles notas que no les van a agradar.
El mundo del Agua es el mundo del silencio y muchos de los nacidos bajo estos signos son callados, silenciosos, guardándose dentro las emociones, hasta que llega un momento en que se les desbordan y entonces son capaces de una gran violencia.
En su vida escolar, serán capaces de una gran aplicación si encuentran un profesor que les testimonie su simpatía, su afecto, porque entonces sacarán su ciencia de donde sea con tal de complacer a ese profesor idolatrado, del cual se enamoran con frecuencia y viven grandiosos dramas, en los que se mezcla la poesía y la pasión. Pero si el profesor se muestra indiferente, serán los alumnos silenciosos que estarán en la media, sin distinguirse jamás.
En la vida familiar, los niños-Agua deben ser tratados con una consideración especial porque todo causa en ellos un mayor impacto y llevan las emociones a flor de piel. Delicados, sensibles y capaces de realizar los mayores sacrificios y los más sublimes actos de abnegación.
Los niños de Aire
Los niños de Libra, Acuario y Géminis son de Aire. Por consiguiente, los nacidos del 24 de septiembre al 23 de octubre; del 21 de enero a 19 de febrero, y del 21 de mayo al 21 de junio, pertenecen a esos signos.
El temperamento Aire da al intelectual, de modo que los niños de Aire son los más inteligentes, los que mejor manejan la razón y son capaces de sacar conclusiones a partir de unas premisas determinadas. Son puestos destinados a ocupar los primeros puestos de la clase. Son esos clásicos niños sabios con las correspondientes gafas, que mientras sus compañeros juegan, ellos repasan las elecciones o leen un libro. Son los que mayores satisfacciones darán a los papás que esperan buenas notas del cole. En cambio, en el plano afectivo, no sabrán manifestar el cariño como lo hacen sus colegas de Agua.
Son niños que aprenderán todo con facilidad y, mezclados con escolares de Agua y de Fuego, deberán esperar a que comprendan, de modo que los demás supondrán un lastre que les impedirán volar rápidamente hacia más altas cimas. En general, son niños poco conflictivos, que entienden rápidamente lo que se espera de ellos y lo hacen a fin de vivir en paz y poder dedicarse lo suyo.
Quizá estas cualidades no se manifiesten los primeros años escolares, pero cuando alcancen la edad del bachillerato, su potencialidad se irá desplegando y brillarán con luz propia en cualquier ambiente. Son los niños destinados a ser los dirigentes de la sociedad.
Los niños de Tierra
Los niños de Tierra son: Capricornio, Tauro y Virgo, de modo que los nacidos del 22 de diciembre al 20 de enero; del 21 de abril al 20 de mayo y del 24 de agosto al 23 septiembre, pertenecen a estos signos y desarrollarán un temperamento de Tierra.
Son los más lentos en madurar, pero forman parte estos últimos que están llamados a ser los primeros. La cualidad Tierra, siendo cíclicamente la que entre funciones al final, no se manifiesta en los primeros años, y el niño vive como si no estuviera un el mundo, como si todo lo que sucede no le concerniera. Para él, lo que le dicen los profesores le suena a chino, y las mamás se quejan "a mi chico no le entra, es que no le entra". Que no se preocupen por ello, porque lo que ocurre es que el chico ya es un sabio, ya ha desarrollado en otras vidas aquellos conocimientos, que nada nuevo le aportan y, con toda seguridad, cuando alcance la edad adulta, sabrá abrirse paso hacia los primeros lugares, porque desarrollará un gran sentido práctico, que es la cualidad que le falta por adquirir, y sabrá de inmediato lo que tiene que hacer para ser el jefe de empresa o jefe de un partido político. Además, estará en contacto con una serie de amigos situados en lo más alto, que le echarán una mano. Los de temperamento Tierra no necesitan aprender lecciones teóricas porque ya lo tienen todo aprendido, y será en la vida práctica que desarrollarán ese talento que llevan dentro.
En la vida familiar, sus aptitudes prácticas serán puestas en relieve, y serán los niños que arreglan los aparatos descompuestos, los que tienen un talento especial en construir barracas, en montar tiendas de camping y en resolver todos los problemas prácticos que se presenten.
Así pues, cada temperamento debería recibir una educación especial que desarrollará sus cualidades a partir de las que ya posee. Pero los hombres se han preocupado mucho del aspecto técnico del progreso, y muy poco del aspecto humano. Ahora, en las puertas el tercer milenio, todo esto empezará a cambiar y de enseñanza dejará de ser competitiva y reunirá los niños por temperamentos y no sólo por edades o por proximidad del hogar al cole. Por su parte, los padres, también procurarán conocer mejora a sus hijos y dejarán de exigirles un rendimiento determinado.
Kabaleb la astrología y los niños