La naturaleza es un libro sagrado que contiene la ley de la vida

Fíjate en ella y sabrás cómo debes orientar tu vida

Te han llamado para conquistar el mundo de lo posible

Es hora de que te lo creas y avances

La verdad que resplandece en el cielo

Es la misma que debe ser plantada en la tierra

La sed de conocimientos, el hambre de Verdad, de Belleza y de Sabiduría

Deben presidir tu vida y lanzarte hacia adelante

Enciende tu hoguera de la voluntad

Porque a través de ella podrás conseguir lo que te propongas

Apocalipsis, el camino del conocimiento (5, 2ª parte)

12.- Vemos en este punto de la Enseñanza como el que es encontrado digno de abrir el libro tiene el aspecto de un "cordero como inmolado". Difícilmente hubiese podido encontrarse una imagen más perfecta para describir a ese ser que ha decidido pasarse al otro continente espiritual.

En efecto, hemos visto, cuando nos hemos referido al signo de Aries, tanto en las lecciones de Astrología como de Evangelios, que es la puerta de comunicación entre la divinidad y el hombre. De Aries nos viene el Designio del Ego, de nuestra divinidad personal, y el signo de Aries es representado por un cordero. Es el Cordero Divino que, al ser sacrificado, salva de la muerte... Así le sucedió, recordémoslo, al Pueblo Elegido que, cuando se disponía a salir de Egipto, se salvó del Ángel de la Muerte gracias a la sangre del cordero que embadurnaba las puertas de sus moradas. La inmolación de esa fuente de energía cósmica y su absorción por nuestra parte, nos permite seguir viviendo y nos permite alejarnos de las tierras de la esclavitud, escapando a la autoridad de ese Faraón interno que nos obliga a realizar duros trabajos sin esperanza de recompensa.

El sacrificio del Cordero de Aries significa para nosotros cargarnos de Voluntad, atributo de Kether-Padre-Ego y es esa Voluntad la que pone en movimiento