La naturaleza es un libro sagrado que contiene la ley de la vida

Fíjate en ella y sabrás cómo debes orientar tu vida

Te han llamado para conquistar el mundo de lo posible

Es hora de que te lo creas y avances

La verdad que resplandece en el cielo

Es la misma que debe ser plantada en la tierra

La sed de conocimientos, el hambre de Verdad, de Belleza y de Sabiduría

Deben presidir tu vida y lanzarte hacia adelante

Enciende tu hoguera de la voluntad

Porque a través de ella podrás conseguir lo que te propongas

Apocalipsis, el camino del conocimiento (20)

1.- “Luego vi descender del cielo un ángel que tenía la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Tomó el dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satán y los ató por mil años, los arrojó al abismo, cerró y selló la entrada por encima de ellos a fin de que no sedujeran ya más a las naciones, hasta que los mil años se hubiesen cumplido. Después de ello, es preciso que sea desatado por poco tiempo (Apocalipsis XX, 1-3) Ilustración de Francesc Latrappa. (sigue...)

Apocalipsis, el camino del conocimiento (19)

1.- "Después de esto, oí en el cielo como una voz fuerte de una muchedumbre numerosa que decía: ¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son para nuestro Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos, ya que ha juzgado la gran prostituta que corrompía la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus servidores, derramada de su mano, y por segunda vez dijeron ¡Aleluya! El humo de la ciudad sube por los siglos de los siglos. Y los 24 ancianos y los 4 seres vivientes se prosternaron y adoraron a Dios sentado en el trono, diciendo ¡Amén! ¡Aleluya! Y una voz salió del trono, diciendo: ¡Load a nuestro Dios, vosotros todos, sus servidores, vosotros que lo teméis, pequeños y grandes! Y oí como una voz de una multitud numerosa, como un ruido de grandes aguas y como un ruido de fuertes truenos, diciendo: ¡Aleluya! Ya que el Señor, nuestro Dios todopoderoso ha entrado en su reino. Regocijémonos y estemos alegres y démosle gloria, ya que las bodas del Cordero ha llegado, y su esposa se ha preparado le ha sido dado el revestirse de fino lino, brillante, puro. Ya que el fino lino son las obras justas de los santos". (Apocalipsis XIX, 1-8). (sigue...)

Apocalipsis, el camino del conocimiento (18)

1.- "Después de estas cosas, vi otro ángel que bajaba del cielo con gran poder, de cuya claridad quedó la tierra iluminada. Gritó con poderosa voz, diciendo: Cayó, cayó la gran Babilonia, y quedó convertida en morada de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y abominable porque del vino de la cólera, de su fornicación bebieron todas las naciones, y con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los comerciantes de toda la tierra con el poder de su lujo se enriquecieron". (Apocalipsis XVIII, 1-3). (sigue...)

Apocalipsis, el camino del conocimiento (17)

1.- "Vino uno de los siete ángeles que tenían la 7 copas, y hablando conmigo, me dijo: Ven, te mostraré el juicio de la gran ramera que está sentada sobre las grandes aguas, con quien han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se embriagaron con el vino de su fornicación" (Apocalipsis XVII, 1-2)

Así empieza el capítulo XVII de la crónica de Juan, en el que se aborda la tercera fase de los Traba-jos de integración de la humanidad al Reino de Cristo. (sigue...)

Apocalipsis, el camino del conocimiento (16)

1.- "Del templo oí una gran voz que decía a los 7 ángeles: Id y derramad las 7 copas de la ira de Dios sobre la tierra. Fue el primero y sobrevino una úlcera maligna y perniciosa sobre los hombres que tenía la marca de la bestia y que se postraban ante su imagen". (Apocalipsis XVI, 1-2).


2.- Juan Revelador contempla aquí una nueva destrucción ya anunciada y preparada en el capítulo anterior. La primera destrucción, llevada a cabo a tope de trompetas, tenía como escenario nuestro mundo material y se trataba entonces de llevar la conciencia del hombre a la otra orilla, al descubrimiento de los valores de la columna de la derecha y entrar así en el Reino de la Gracia, en el Reino de Cristo. (sigue)