La naturaleza es un libro sagrado que contiene la ley de la vida

Fíjate en ella y sabrás cómo debes orientar tu vida

Te han llamado para conquistar el mundo de lo posible

Es hora de que te lo creas y avances

La verdad que resplandece en el cielo

Es la misma que debe ser plantada en la tierra

La sed de conocimientos, el hambre de Verdad, de Belleza y de Sabiduría

Deben presidir tu vida y lanzarte hacia adelante

Enciende tu hoguera de la voluntad

Porque a través de ella podrás conseguir lo que te propongas

Apocalipsis, el camino del conocimiento (6, 1ª parte)


1.- "Estaba mirando cuando el Cordero abrió uno de los siete sellos y había uno de los cuatro vivientes que decía como de una voz de trueno: ¡Ven! Miré y he aquí que ha aparecido un caballo blanco. El que lo montaba tenía un arco; le fue dada una corona, y partió vencedor y para vencer". (Apocalipsis VI, 1-2)...

Con este 6º capítulo, consagrado al Phe y al Vav, empieza la fiesta. Comienzan a correr esos 4 Caballos que, traspasando los confines del mundo sagrado, han cabalgado en las novelas, en el cine, los pintores los han inmortalizado en sus lienzos y se han establecido en el lenguaje coloquial. ¿Quién no ha oído hablar alguna vez de los cuatro jinetes del Apocalipsis? Al sondear el misterio de ese 6º capítulo de la Revelación de Juan, que es al mismo tiempo el misterio de la letra Phe de retorno y de la lámina 17 del Tarot, debemos empezar por entender lo que representa el Caballo.

Si acudimos a los Mitos, que son relatos inspirados por las entidades divinas, como lo es el Apocalipsis, vemos que el Caballo es un don de Neptuno-Poseidón. Nos dice la crónica mitológica que cuando la diosa Atenea y el rey del Mar competían por obtener el patronazgo de la ciudad de Atenas, Neptuno hendió la Tierra con su tridente y de esa herida apareció un Caballo, que era la ofrenda del Dios a la ciudad. Perdió sin embargo la competición, pero ahí quedó el caballo que, desde entonces, estaría presente en todas las guerras