Apocalipsis, el camino del conocimiento (7, 1ª parte)


1.- "Tras eso, vi cuatro ángeles que estaban de pie sobre los cuatro ángulos de la tierra y retenían los cuatro vientos para que no soplasen sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi otro ángel que subía del lado del sol naciente y tenía el sello de Dios vivo, y gritó con voz fuerte a los cuatro ángeles a quienes había sido dado de dañar la tierra y el mar, diciendo: No hagáis ningún daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos marcado con un sello en la frente a los servidores de nuestro Dios. (Apocalipsis VII, 1-3)...

2.- Vemos en este punto como los ángeles aparecen siendo portadores de designios contradictorios, señal de que no obedecen a un mismo Señor. Los traductores del Apocalipsis dan el nombre convencional de Ángeles a las jerarquías espirituales que aparecen en la visión de Juan. Ciertos traductores los denominan simplemente Mensajeros, expresión más apropiada en este caso ya que los cuatro que se proponen detener a los vientos son mensajeros de Jehová, mientras que el que sube del lado del Sol Naciente, es un mensajero del Hijo; o sea, los cuatro primeros son Ángeles al servicio de Binah y el otro un Arcángel al servicio de Hochmah-Cristo. Unos han recibido órdenes de liquidar el mundo antiguo, retirando el elemento Aire, que constituía uno de sus Servicios. El otro, en nombre del nuevo soberano, les pide que no interrumpan el servicio

hasta que el nuevo gobernante se haya hecho cargo del funcionamiento del nuevo universo. Así sucede en nuestra sociedad y cuando un nuevo partido sube al poder, los antiguos gobernantes siguen en sus funciones hasta que han sido nombrados sus sustitutos.

3.- Los Vientos son agentes a las órdenes de Jehová-Binah. Nuestros estudiantes ya saben que el elemento Aire apareció por primera vez en el universo después del Diluvio, cuando el Agua dispersa por la atmósfera, conducida por Hochmah, aceptó, por así decirlo, colaborar en la Obra Divina y recluirse en una morada natural, en esa morada que todos conocemos, llamada Mar, Ríos, Manantiales, Lagos, Estanques.

Sólo cuando el Agua fue separada del Cielo y se derramó sobre la Tierra, los Vientos pudieron soplar. Binah-Jehová comenzó entonces su ministerio y los 4 Vientos llevaron a la humanidad el alimento con el que nutrir el Pensamiento Humano.

4.- En la Mitología, los 4 Vientos son fuerzas personificadas, como realmente lo son, ya que nada existe en el Universo que no contenga un Impulso Ordenador, o que no sea el Resultado de un Pensamiento, de un Deseo y, por consiguiente, sea esa cosa agente activo del Pensamiento o el Deseo que la ha engendrado.

En la Mitología griega, el viento del Este era conocido con el nombre de Euros; el del norte con el nombre de Bóreas; el del Oeste era Zéfiros, y el del Sur, Notos. Euros, Bóreas, Zéfiros y Notos fueron engendrados por Eos, la Aurora y su hermano Astraeos, o sea nacidos de la doble naturaleza, masculina y femenina de la Aurora, esa Aurora que brilló por primera vez cuando las Aguas fueron separadas del Cielo, o sea, después del Diluvio, puesto que anteriormente la tierra estaba sumergida bajo una espesa neblina y no llegaba hasta ella la luz del Sol.

Esto mismo sucede en nuestra naturaleza interna. Cuando nuestras Aguas-Emociones están mezcladas con nuestra naturaleza celeste, la Voluntad del Ego no llega hasta nuestra Tierra Humana y vivimos en las tinieblas. Luego, al conseguir que nuestras Aguas-Emociones ocupen el aposento que el Pensamiento Divino concibió para ellas, aparece en nosotros la Aurora, amanece en nuestras vidas y los Vientos nacidos de esta luz, inician su Magisterio.

Los Vientos instituyen el Pensamiento Humano y nos permiten expresarlo a través de la palabra, que es el vehículo del pensamiento. Así vemos que el hombre embargado por sus emociones se ve privado de la palabra, balbucea como un niño, tartamudea y, si no contiene esas emociones, se ve totalmente privado del habla.

Pero ocurre también que esas Emociones Humanas, habiéndose Desperdiciado, bajan al Abismo y potencian a las Bestias Feroces para que "suban" a la Tierra Humana y utilicen a los Vientos como vehículo. Entonces aparecen en nuestras vidas los Malos Vientos que, en la Mitología eran hijos de Tifón, y en lugar de aportarnos elementos para la construcción del Pensamiento, por el contrario destruyen lo que ese Pensamiento había engendrado.

Parece ser que los americanos han encontrado la manera de desviar los huracanes que de un modo natural se dirigen hacia sus costas, haciendo que descarguen su furia en las costas del Caribe. Pero la manipulación de la naturaleza sólo puede efectuarse durante un tiempo; tarde o temprano lo natural recupera sus derechos y se las arregla de manera que sus fuerzas no puedan ser desviadas ni torcidas.

5.- Los Vientos nutren nuestro Pensamiento, decíamos, y ese Pensamiento-Aire es un don de Binah. Euros, el Viento del Este, es el Mensajero de Aries, el portador de Designios espirituales. Cuando sopla ese Viento nos hinchamos los pulmones con él, el Designio que llevamos dentro se fortalece. Por ello es importante saber de qué lado sopla el viento. Antes, todos los marinos lo sabían, y podían de este modo desplegar sus velas de manera adecuada para que su barco se viera propulsado, no precisamente a favor del viento, sino aprovechándolo para que su fuerza, soplara del lado que soplara, lo encaminase hacia el puerto al que quería llegar. Muchas veces la vida humana ha sido comparada al barco que navega impulsado por el viento. Ahora, la técnica ha hecho innecesario el soplo del viento en las naves y, al dejar de utilizarlo, el hombre ha dejado de comprenderlo o, mejor dicho, su posibilidad de entender esa fuerza natural llamada Viento, ha disminuido.

El Viento del Sur lleva a nuestro Pensamiento el mensaje de Cáncer. Situando los 4 puntos cardinales en el Zodíaco, Aries cae en el Este, Cáncer al Norte, Libra en el Oeste y Capricornio en el Sur. Pero cuando el Sol se encuentra en Aries, la Tierra está del lado contrario, en Libra, y mientras el Sol "avanza" hacia Cáncer, la Tierra lo hace hacia Capricornio, y esto hace que cuando el Sol transita por Cáncer, recibamos de él, no la frialdad nórdica, sino a la humedad y el calor propios del Sur. Tendremos así que el Viento del Sur, que es siempre portador de lluvia, es el que nos permite comprender intelectualmente los Sentimientos y así dominarlos. Su mensaje ha de permitirnos incorporar a la mente los valores procedentes del mundo emocional.

El Viento del Oeste, ese delicado Zéfiros, es el viento-viento, podríamos decir, el que sopla del lado de Libra y nos aprovisiona en lógica, llevándonos a la comprensión del universo mediante las analogías, que nos hacen ver aquello que es igual, en otro dominio, a lo que ya conocemos. Zéfiros nos impulsa a unirnos, a complementarnos, a constituir esa coral polifónica en la que cada voz sirve para potenciar y magnificar las otras voces.

Bóreas, el Viento del Norte, es el que nos instruye sobre las frías verdades de Capricornio; sobre la ineludible dependencia de lo que hay abajo respecto a lo de arriba. Ya que estamos trabajando en esa Cuarta Parte a la que nuestra alma nos ha hecho descender, a fin de ver y tocar los sentimientos-pensamientos instituidos, petrificados, el Viento del Norte pone en nuestra mente los gérmenes que nos llevarán al apercibimiento de la verdad, nos llevarán a la comprensión de la dialéctica de la acción, del significado de aquello que nos pasa, de los acontecimientos de que somos testigos.


6.- En este punto de la Enseñanza los Vientos se retiran; ese Pensamiento, con toda su carga de Lógica que comenzó a funcionar después del Diluvio, baja el telón, con el ritual saludo de toda la compañía.

Evidentemente, cuando esto ocurre, es cuando el ser humano ha aprendido a fabricar él mismo los Vientos. El Universo Divino nos produce de manera que podamos ser nosotros mismos productores de un futuro universo. Los Vientos forman nuestro Pensamiento para que, en un momento dado, podamos ser los formadores del Pensamiento de los que nos siguen detrás.

Cuando Jehová-Binah pone fin a su reinado, retira sus servicios, y vemos aquí que el nuevo rey manda su mensajero para pedir a gritos que se prolonguen las prestaciones hasta que los servidores del nuevo Dios sean marcados. Hay que saber quién es quién en el nuevo universo, y en nuestra sociedad vemos que esto de ponerle un sello a la propiedad es práctica común. Los ganaderos marcan sus reses; los nobles tienen sus escudos de armas; los industriales les ponen una marca a sus productos. El nuevo Dios tiene que reconocer igualmente a los suyos para saber las funciones que ha de encomendarles en la organización de la futura sociedad.

Así pues en esa Hora Final, que es el tema del relato apocalíptico, los que no se hayan integrado al nuevo universo en etapas anteriores, serán visitados por el Arcángel que "sube por el lado del Sol Naciente" y, sello en mano, los marcará. Mientras tanto, el cuarto jinete, con poder para destruir la cuarta parte de la tierra, suspenderá su galope y la tierra subsistirá tal como era mientras se procede a ese marcaje.

7.- "Y oí el número de los que habían sido marcados con el sello, 144.000 de todas las tribus de los hijos de Israel; de la tribu de Judá, 12.000 marcados con el sello; de la tribu de Rubén, 12.000; de la tribu de Ga, 12.000 marcados con el sello; 12.000 de la tribu de Aser; 12.000 de la tribu de Neftalí; 12.000 de la tribu de Manasés; 12.000 de la tribu de Simeón; 12.000 de la tribu de Leví; 12.000 de la tribu de Isacar; 12.000 de la tribu de Zabulón; 12.000 de la tribu de José; 12.000 de la tribu de Benjamín. (Apocalipsis VII, 4-8).

Este pasaje es el que a más dudosas interpretaciones se ha prestado y muchos son hoy los grupos religiosos que se atribuyen el privilegio de ser ellos los únicos elegidos.

Oí el número de los que habían sido marcados, dice Juan, y este número se ha interpretado como si indicara una cantidad de personas, cuando lo que indica en realidad es el número que acredita que sus trabajos han terminado. Los marcados son los que tienen, en cada tribu, el número 12 en tres ciclos sucesivos.

8.- En la Mitología vemos como a Hércules le fueron pedidos 12 Trabajos, al final de los cuales conquistó la inmortalidad. Son los 12 Trabajos correspondientes a los 12 signos del Zodíaco, que la personalidad humana debe realizar para integrarse a la divina, a ese Ego sentado en su trono, que hemos visto en el capítulo 4º.

Oí el número de los que habían sido marcados con el sello, dice Juan, y ese "oír el número" debemos entenderlo como saber el número, es decir, tener conocimiento acerca de lo que se requiere para ser marcado con el sello.

Uno de los mayores inconvenientes para alcanzar la plena conexión con nuestra divinidad interna, es el de no saber adónde vamos ni de dónde venimos. Mientras el hombre se encuentre en ese estado de perplejidad, ignorando las reglas, sin que la acción de los 4 Vientos haya aportado a su mente la información necesaria para que pueda comprender las reglas del juego de la Vida, mientras el Agua inunde sus Vacíos Internos, impidiendo a la Aurora manifestarse en él, su forma de proceder será incoherente. En momentos de lucidez podrá ser abnegado y sublime; y luego, impulsado por sus Bestias Feroces, caerá en la degradación. Cuando por fin sus Aguas se ordenan en sus receptáculos naturales y los Vientos de Jehová-Binah realizan sus funciones, el hombre empieza a ver claro en la Obra Divina y sabe, ve y oye lo que tiene que hacer.

9.- Si ese proceso evolutivo no se ha realizado normalmente en el curso de las vidas, en esa hora final, al abrirse el 6º sello, aparecerá claro al espíritu del ser humano que vive tales experiencias, lo que se le pide para pasar al otro universo. "Oirá" el número y comprenderá su significado. Sabrá que, cualquiera que sea su filiación, cualquiera que sea la tribu zodiacal en la que iniciara sus trabajos, para ser Elegido tiene que estar en posesión del número 12, y poseerlo significa habérselo ganado con sus Trabajos en los tres mundos en que se desarrolla nuestra vida, el del Pensamiento, de Deseos y el Físico, representados cada uno por ese cero que es el símbolo del ciclo completo.

Diremos pues que para pasar al otro universo, en posición de Elegido, en esta hora final, será preciso haber incorporado en nosotros todas las virtudes zodiacales, que son 12, en los 3 mundos en que tenemos cuerpo, del mismo modo que nuestro Ego lo ha hecho en los 3 mundos en que él habita, de los cuales son reflejo los 3 en que la personalidad humana se mueve.

Y esta incorporación de valores zodiacales, ha de haber sido hecha en las 3 fases que conducen al estadio creador y que conocemos cabalísticamente con el nombre de Yod-He-Vav. Es decir, las semillas zodiacales (Yod) han de haber sido plantadas en nosotros, han de haber echado raíces en nuestra naturaleza interna (He), y hemos de ser la expresión viva de sus valores (Vav). Entonces, y sólo entonces nos encontraremos en condiciones de ser Elegidos.

10.- La realización por partida triple de esos 12 Trabajos en los 3 Mundos, conduce el ser humano a la perfecta Unidad, a la unión del 1 con el 2, o sea, de Kether con Hochmah, de acuerdo con la plegaria de Jesús cuando decía: Padre, haz que éstos sean Uno como Tú y yo somos Uno. En este 12 que vale el sello de la elección, aparece la unión indisoluble de Padre e Hijo, o sea, no hay diferencia cualitativa alguna entre el Pensamiento Humano y el Pensamiento Divino, y la naturaleza emotiva, la Crística, se ha unido indisolublemente a ese Pensamiento Unificado. Ese Uno-Dos juntos suman Tres y ello hace que el tercer Principio quede automáticamente incorporado en esa unión y forme parte intrínseca de ella.

La suma total de los elegidos en la última hornada, a los que hay que añadir los que se integraron al nuevo continente espiritual en períodos anteriores, conquistando ese mítico número 12 por su propio pie, arroja la cifra de 144 acompañada de los tres ceros que, como hemos visto, representan los tres ciclos Yod-He-Vav en los tres mundos. Esta cifra puede tener varias lecturas, pero no la que comúnmente se le da de representar el número total de los elegidos entre los miles de millones de almas humanas que han vivido sus experiencias en el planeta Tierra, ya que si esto fuera así, podríamos decir, tal como ya lo señaló nuestro Hermano Max Heindel, que la empresa divina constituiría el mayor fracaso de toda la historia divina y humana.

11.- Si aplicamos a esta cifra la clave cabalística del Yod-He-Vav, podemos decir que el 1 representa al padre, el primer 4 a la madre y el segundo 4 al hijo. Sabiendo que el número 4 pertenece a Hesed-Paraíso, quien, a su vez, es el resultado final de la acción de Kether-Hochmah-Binah, diremos que Kether engendra en su propio fruto un hijo que sale a la imagen y semejanza de su Obra-Fruto. El Paraíso, inseminado por la Fuerza Primordial, por la Voluntad Creadora, da a luz un nuevo Paraíso, todavía mejor que el anterior, puesto que sumará las virtudes inherentes a las fuerzas engendrantes, a las de su propia potencialidad.

Diremos pues que el Resultado de la acción de todos los Elegidos conduce a la edificación de un nuevo Paraíso, o sea, de un universo armónico en el que todo aparece ordenado por la Voluntad del Uno, que será la única Fuerza Engendrante.

En el 144 se oculta otro número, que es el 9, obtenido por la suma total. Sabiendo que el 9 es el número de Yesod, y que Yesod es el aparato de proyección de imágenes en el mundo material, tendremos que los Elegidos, dispondrán de ése artefacto mediante el cual podrán proyectar a niveles inferiores el mundo resultante del 1, 4, 4. Ya sabemos que esto no vamos a efectuarlo de inmediato, que nos quedan nuevas etapas a vencer, pero al retirarnos de este 4º Día en el que nos encontramos, hemos de hacerlo con el Poder Divino de crear un universo ya incorporado en nosotros. Decimos Retirarnos del 4º Día, no porque con ese cambio de mandos que el Apocalipsis refiere, el 4º Día toque a su fin. Ya sabe el lector que nos quedan aún 3 Rondas por vivir (ahora estamos en la 4ª ronda del 4º Día y debemos llegar hasta la 7ª). Pero en esas 3 Rondas se efectuarán Trabajos de Anticipación (en la 5ª ronda anticiparemos el 5º Día, en la 6ª el 6º y en la 7ª el 7º), mientras que los genuinos de este 4º Día los estamos realizando en esta 4ª Ronda.

Kabaleb (Apocalipsis)