1.- "Después de esto, oí en el cielo como una voz fuerte de una muchedumbre numerosa que decía: ¡Aleluya! La salvación, la gloria y el poder son para nuestro Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos, ya que ha juzgado la gran prostituta que corrompía la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus servidores, derramada de su mano, y por segunda vez dijeron ¡Aleluya! El humo de la ciudad sube por los siglos de los siglos. Y los 24 ancianos y los 4 seres vivientes se prosternaron y adoraron a Dios sentado en el trono, diciendo ¡Amén! ¡Aleluya! Y una voz salió del trono, diciendo: ¡Load a nuestro Dios, vosotros todos, sus servidores, vosotros que lo teméis, pequeños y grandes! Y oí como una voz de una multitud numerosa, como un ruido de grandes aguas y como un ruido de fuertes truenos, diciendo: ¡Aleluya! Ya que el Señor, nuestro Dios todopoderoso ha entrado en su reino. Regocijémonos y estemos alegres y démosle gloria, ya que las bodas del Cordero ha llegado, y su esposa se ha preparado le ha sido dado el revestirse de fino lino, brillante, puro. Ya que el fino lino son las obras justas de los santos". (Apocalipsis XIX, 1-8). (sigue...)