He rescatado del baúl de los paleles guardados esta oda o plegaria a la Primavera que escribió Kabaleb hace unos cuantos años.
Que sirva para dar entrada al nuevo año cósmico, que se inicia cuando entra el Sol en Aries, ya que éste es el primer signo del zodiaco. Será bueno recordar que es un buen momenton para plantearnos este nuevo periodo y hacerlo desde un punto de vista positivo y abierto...
Hoy nos hemos reunido aquí
para celebrar el advenimiento de la primavera
y te invocamos, señor VEHUIAH
porque eres la jerarquía que abre los procesos de creación.
Tú estás en el comienzo de todas las cosas
y acudimos a ti para que nos infundas tu potencial
y podamos ser, nosotros también, comienzo;
podamos también ser primavera,
ser portadores de ese aliento,
de esa misteriosa fuerza creadora
que la primavera pone en todas las cosas.
Señor VEHUIAH, haz de nosotros el germen del mundo nuevo,
de ese universo que ha de florecer en el tercer milenio.
Derrama sobre nosotros tu voluntad
y mueve con ella nuestros mecanismos internos,
a fin de que no permanezcamos en lo estacionario,
en la rutina de los días
y podamos estar al frente de la columna
que abre la marcha hacia el futuro.
Ojalá podamos, señor,
abandonar nuestras certidumbres,
nuestras ideas fijas, nuestro confort interno,
y en esta primavera, podamos ser los seguidores de Cristo
y estar con el más allá de los banquetes,
más allá de las engalanadas mesas de Pascua,
más allá de los éxitos multitudinarios,
de los aplausos, de las aclamaciones.
Ojalá podamos estar con él en Getsemaní
en el huerto del dolor,
en la burla y el odio.
Estar con él cuando Pedro se retira confuso
estar con él como Juan estuvo, al pie de la cruz.
Pon en nosotros, señor VEHUIAH,
la voluntad de persistir.
Kabaleb
Que sirva para dar entrada al nuevo año cósmico, que se inicia cuando entra el Sol en Aries, ya que éste es el primer signo del zodiaco. Será bueno recordar que es un buen momenton para plantearnos este nuevo periodo y hacerlo desde un punto de vista positivo y abierto...
Hoy nos hemos reunido aquí
para celebrar el advenimiento de la primavera
y te invocamos, señor VEHUIAH
porque eres la jerarquía que abre los procesos de creación.
Tú estás en el comienzo de todas las cosas
y acudimos a ti para que nos infundas tu potencial
y podamos ser, nosotros también, comienzo;
podamos también ser primavera,
ser portadores de ese aliento,
de esa misteriosa fuerza creadora
que la primavera pone en todas las cosas.
Señor VEHUIAH, haz de nosotros el germen del mundo nuevo,
de ese universo que ha de florecer en el tercer milenio.
Derrama sobre nosotros tu voluntad
y mueve con ella nuestros mecanismos internos,
a fin de que no permanezcamos en lo estacionario,
en la rutina de los días
y podamos estar al frente de la columna
que abre la marcha hacia el futuro.
Ojalá podamos, señor,
abandonar nuestras certidumbres,
nuestras ideas fijas, nuestro confort interno,
y en esta primavera, podamos ser los seguidores de Cristo
y estar con el más allá de los banquetes,
más allá de las engalanadas mesas de Pascua,
más allá de los éxitos multitudinarios,
de los aplausos, de las aclamaciones.
Ojalá podamos estar con él en Getsemaní
en el huerto del dolor,
en la burla y el odio.
Estar con él cuando Pedro se retira confuso
estar con él como Juan estuvo, al pie de la cruz.
Pon en nosotros, señor VEHUIAH,
la voluntad de persistir.
Kabaleb