Isalem 5 (Cábala)

Los gestos y las palabras del AMOR

(Foto de Justin Black) Dijimos en nuestros textos fundacionales que nos había sido confiada la misión de aportar Conocimiento a ese Pueblo Elegido, que no es de linaje físico, sino espiritual y que busca a transcenderse más allá de sí mismo.

Aportamos, a través de los cursos, una serie de datos que han de permitir constituir en vosotros mismos las bases del edificio cósmico. Si habéis asimilado esas Lecciones, ya sabéis como funciona el universo, pero el puro conocimiento intelectual nada cambiará en vuestras vidas. Para mover la naturaleza interior y pasar a ser otro, a ser distinto, a superar unas tendencias caractericiales determinadas que os atan a las cosas, es preciso algo más. Es preciso sentir con plenitud el AMOR.

El AMOR, era la palabra clave de la religión de Cristo, y Cristo, ya lo dijo Él, constituye el único camino que conduce al Padre. Si pretendemos ir al Padre, es preciso que al Conocimiento de la estructura del mundo añadamos el Amor hacia el Creador.

EL Amor no se comprende sin gestos ni palabras: es un desbordamiento de sí mismo, una sublime entrega al otro, de ahí que el enamorado necesite decirle a la amada lo que siente y necesite hacerlo con gestos grandilocuentes que expresen lo que las palabras no pueden decir. Por ello la de Cristo fue una religión de ritos y de plegarias.

La plegaria es como ese canto de amor que los poetas dedicaban a la amada ideal, y los ritos son los gestos del enamorado de o trascendente hacia ese Dios que se oculta a su mirada. Si queremos comunicar con el eterno y que de El repercuta hasta nosotros la Gracia que ha de trasmutar nuestra personalidad y convertirnos en piezas angulares de su Obra, es preciso que nos aprestemos a rezar.

Pero, ¿rezar a quien? Cristo instituyó con el "Padre Nuestro" la plegaria suprema, dirigida a los tres Séfiras primordiales o tres aspectos de la divinidad. La mayor parte de las oraciones que se han hecho después y de que dispone el devoto, no están dirigidas con precisión y son como cartas que llevaran el nombre o la dirección equivocados, o bien se dirigen a entidades espirituales que no disponen de los poderes adecuados para procurar al orante lo que solicita. Por otra parte, quizá haga más de un siglo que alguien se haya molestado en componer una plegaria.

Nosotros lo hemos hecho y hemos publicado las 72 plegarias que hemos dedicado a las 72 potencias espirituales que Dios ha designado para nuestra instrucción y ayuda (Los Ángeles al alcance de todos, de Kabaleb y Soleika Llop) . La tradición esotérica cristiana nos enseña que existen 9 Coros de Ángeles, formados cada uno por 8 jerarquías, o sea, un total de 72, que el Padre Eterno ha destinado a nuestra instrucción. En términos cabalísticos esos 72 Ángeles reciben el nombre de Shemhamphoras y popularmente se los conoce con el nombre de Genios. Cada uno de esos Genios tiene su domicilio en un espacio formado por 5 grados del Zodíaco, de manera que las personas nacidas en esos 5 grados-días tienen a este Genio realizando las funciones Guardián o de Guía, junto con otros dos Ángeles Tutelares, de los que ya hablaremos a su debido tiempo.

Por otra parte, los Genios tienen un dominio sobre el día del año, empezando primero por el 21 de marzo y terminando el último a los 72 días de esa fecha. Vuelve entonces a empezar la rueda de dominios y a lo largo del año recomenzará 5 veces, hasta cubrir los 360 grados del Zodíaco. Pues bien, cada uno de esos Genios nos transmite una determinada virtud, nos aporta cierto conocimiento. Si sintonizamos con ellos a través de la plegaria, les abriremos así la llave de nuestra entidad humana y Ellos pueden infundirnos la sabiduría de la que son portadores.

Vivir al unísono que los 72 Genios significa estar haciendo oposiciones para obtener la omnisciencia. Para conseguir esa identificación diaria con el Genio de la jornada, hemos compuesto las 72 plegarias a que nos referíamos, a fin de que podáis recitarlas a razón de una diaria, por la mañana y mirando hacia el Este, es decir, el lugar por donde sale el Sol. En el ciclo diario, los Genios rigen períodos de 20 en 20 minutos a partir de la salida del Sol. Si tenéis una petición a formular, relacionada con las virtudes del Genio, podéis dirigiros a Él en ese período.

Pero, teniendo en cuenta que el Sol no sale nunca en el mismo preciso minuto, debéis consultar un calendario para saber en que momento exacto del día sale el Sol y sumar a esa hora la hora indicada en el calendario regencia de Genios y teniendo en cuenta también los adelantos horarios de verano e invierno y la situación geográfica del lugar. Os damos las plegarias a fin de preparar el terreno. El Amor se anticipará así al conocimiento y es preciso que sepáis ya que en estos Genios reside la base de todos los poderes que el hombre pueda conquistar en el mundo físico. Para dirigirnos a Ellos, es recomendable que encendáis una vela, pero si hay dificultades en ello, podéis prescindir de la vela. Es preferible igualmente rezarles en voz alta, siempre que ello no sea un obstáculo para la diaria convivencia familiar. Si lo es, hacedlo en voz baja.